000 15796nam a22002297a 4500
003 AR-BaUBC
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008 120209s1943||||fr|a||||r|||||||1|||fre|d
040 _aAR-BaUBC
_cAR-BaUBC
100 1 _aLeriche, René
_985104
245 1 0 _aPhysiologie pathologique et chirurgie des artères :
_bprincipes et méthodes /
_cpar René Leriche
260 _aParis :
_bMasson,
_c1943
300 _av, 346 p., [2] p. :
_bil. ;
_c25 cm
500 _aEn portada: "Chaire de Médicine du College de France."
500 _aIncluido en Huellas en papel Año 2 No 3 (2013) Reg. 91.
520 1 _aLa casa editorial Masson et Cie. ya había publicado ocho títulos y varias ediciones de la obra de René Leriche (1879-1955) antes de editar su Physiologie pathologique et chirurgie des artères: principes et méthodes. El primero de ellos fue Les problèmes de la physiologie normale et pathologique de l'os, en colaboración con Albert Policard, en 1926 cuando Leriche no era aún profesor de la Cátedra de Medicina del Collège de France (1937-1950). La editorial fue dirigida por una dinastía de libreros-editores cuyo fundador fue Víctor Masson en 1836, quien hasta entonces había sido empleado de Louis Hachette. En ese año, Masson, se asoció con Nicolas Crochard que había establecido en 1804 la “Librairie médicale et scientifique” en la calle de l'École-de-Médecine en París. Masson rebautizó con su apellido a la librería y, posteriormente, a la editorial a partir de 1846 (Theis, 2012?, p.6). La denominación comercial de la firma fue variando en torno a dicho apellido hasta que, luego de una agitada historia durante el siglo XX, terminó en 2005 fusionándose en una nueva empresa con Elsevier (Elsevier Masson). En suma, la casa Masson se especializó en la edición de obras de medicina desde sus inicios, a tal punto que en 1943, cuando publicó la Physiologie pathologique, a su marca regis-trada “Masson et Cie., Editeurs” ya había agregado “Libraires de l'Academie de Médicine”.La estética de las ediciones científicas en rústica de Masson en la primera mitad del siglo XX es característica. En la tapa del libro, la tipografía de tamaño y diseño variados resalta algún elemento del título; por lo general, el término que se consideraba más significativo en consonancia con la temática tratada, y, al mismo tiempo, los componentes de la cubierta podían estar o bien enmarcados en figuras geométricas (rectángulos, cuadrados y otros polígonos) o bien subrayados con líneas llenas de espeso grosor preferentemente en color negro o rojo. Otras veces la cubierta exhibe, además, el monograma de la compañía (la letra capital “M” semejante a la incisa con serifa sobresale por la ubicación central y la mayor medida tipográfica) encerrado también en un círculo o un cuadrado. En ocasiones, el mono-grama es desplazado del primer plano de la cubierta anterior por una marca tipográfica cuya iconografía y composición va-rían notablemente en diferentes momentos de la historia de la Editorial. En la edición descripta, por ejemplo, el monograma se traslada a la contratapa posterior. El papel utilizado suele ser de muy baja calidad donde los cortes de la cabecera, el pie y el delantero dejan a la vista irregularidades notorias. René Leriche ha sido un eximio fisiólogo y cirujano francés distinguido en su patria11 y en el extranjero con preciadas condecoraciones y membresías en los más destacados círculos académicos de su época. Ha sido recordado con loas por sus propios colegas quienes resaltaron su excelencia profesional y los varia-dos temas de investigación y experimentación a lo largo de su carrera: “He was deeply interested in the problem of pain, and gave surgeons a fuller understanding of the nervous system. His operation of periarterial sympathectomy was described in the journal Lyon Chirurgical, vol. 10, 1913. In later years most of his attention was directed to the bones and the blood-vessels.” (Royal College of Surgeons of England, 1956, p.133). Fue autor de innumerables tratados y artículos científicos sobre las especialidades médicas apuntadas. No obstante, más allá de su dedicación al problema del dolor y el sistema nervioso simpático, los huesos y la cirugía arterial, Leriche fue, al mismo tiempo, un pensador abocado a los aspectos histórico-filosóficos de la cirugía. Este hecho tendrá una impronta visible en el análisis de los rasgos particulares de este ejemplar de la colección Albane-se del Archivo Histórico de la USAL. Ciertamente, la Editorial Flammarion de Paris publicó en 1951 su trabajo titulado “La philosophie de la chirurgie”12 dentro de la serie “Bibliothèque de philosophie scientifique, Bibliothèque Nationale de France” dirigida por Paul Gaultier. En esta obra el autor adscribe a una posición humanista en el campo de la cirugía: “El humanismo, base moral de la cirugía, nos obliga a conocer nuestros propios límites y a no sobrepasarlos. Un renunciamiento reflexivo no es nunca una humillación” (Collel, 2009, p.[4]). Empero, el dato singular es que este carácter humanístico está presente en toda la obra de Leriche, incluso en aquellas que tratan especialmente temas científicos y, aún, técnico-quirúrgicos como, verbigracia, su “la chirurgie de la douleur”; siempre aparece el perfil del humanista convencido que trasciende el abordaje de un corpus específico. Este enfoque asimismo se confirma, puntualmente, en la obra que se reseña: no todos los estudios sobre fisiopatología y cirugía de los vasos sanguíneos están precedidos por un capítulo dedicado con exclusividad a la historia de las ideas sobre la cirugía vascular (Histoire général des idées sur la chirur-gie artérielle), donde el autor desmenuza la concepción médica de aquellos que incursionaron en la materia desde una simple apreciación sobre las tempranas nociones de angiología (v.g.: Galeno) hasta los primeros aportes de los precursores de la ci-rugía vascular moderna (v.g.: William Halsted); pero, conjuntamente, Leriche mecha, previo al tratamiento de algún asunto puntual en el cuerpo mismo de la obra, exposiciones concisas sobre su evolución en el tiempo; por ejemplo: “Histoire de la suture artérielle” (Leriche, 1943, p. 256). El autor tampoco olvida llamar la atención acerca de los ribetes epistemológicos de la materia médica abordada, cuando en el prólogo del libro analizado, manifiesta su intención de que la obra focalice a los especialistas en el objeto real de estudio propuesto: “Je voudrais que mon livre incite les chirurgiens à regarder mieux ce qu'ils ont sous les yeux comme physiologie modifiée et suggère aux phy-siologistes que la vie pathologique devrait être, pour eux aussi, un loyal objet de connaissance.” (p.v, in fine). Hay que tener en cuenta, por otra parte, que este compendio fue concebido como la primera entrega de una obra mayor en tres volúmenes sobre las enfermedades del sistema circulatorio con prescripciones terapéuticas de orden quirúrgico. Pasando a otro plano, es sabido que la valoración de una pieza bibliográfica, muchas veces, está dada no sólo por su contenido y su continente en sí mismos, sino que, reciben un agregado de valor de las marcas y acotaciones que dejan en sus márgenes e interlineados algunos de sus propietarios; siendo, en ocasiones, más importantes estas apostillas manuscritas que la obra misma13. Los especialistas de la Bibliología no tardaron en percibir la dimensión de este fenómeno e intentaron sistematizar los conocimientos y los métodos para el análisis de este nuevo abordaje que dio origen a una rama disciplinaria denominada “Marginalia”. Advierte Kiri L. Wagstaff: “Marginalia is a term that was coined in 1832 by Samuel Taylor Coleridge (Jackson, 2001), although the practice predates the printed book, exten-ding back to include commentary by bored monks in the scrip-torium. The term most generally encompasses all reader modi-fications, including marginal notes, underlining, highlighting, and dog-earing” (Wagstaff, 2012, p.2). Como se desprende de la cita de Wagstaff, la investigación en esta disciplina no se limita a las extensas y eruditas anotaciones de ciertos propietarios re-nombrados, sino que extiende su campo de estudio a cualquier modificación que el poseedor del libro introduzca en el original: resaltados, subrayados, marcas, dobleces en los ángulos libres de las hojas (orejas de perro), etc. Si bien la identidad del propietario y su notoriedad con respecto al tema del libro siguen siendo muy estimables, las investigaciones modernas sobre Marginalia han reconsiderado y justipreciado la atención a las señales dejadas en los espacios en blanco por los dueños anónimos de los libros, procurando establecer hipótesis verificables en cuanto a su pertenencia a determinada persona, comunidad o grupo social, a su intencionalidad, su ideología, etc.. Bajo esa óptica disciplinaria, el volumen de la Physiologie pathologique et chirurgie des artères: principes et méthodes de Leriche que posee la USAL, ofrece un objeto de estudio de mayor cuantía. Aún cuando no posee notas textuales o comentarios, presenta otras pistas y otros indicios sugestivos: signos manuscritos tales como subrayados interlineales y marginales, datos encerrados en círculos; llaves y hasta una “oreja de perro”, a los cuales deben sumarse las impresiones de sellos de propiedad. En cuanto a estos últimos se destacan dos en particular: el de la librería “Libros y Revistas C. Vergara” del barrio de Alma-gro (Sánchez de Loria 60) y el de la “Biblioteca Dr. Albanese” a guisa de ex libris. El sello del comercio probaría su procedencia; es decir, en primera instancia, se trataría de un libro adquirido y no de un obsequio de la editorial o del autor14. El segundo sello, más taxativo en cuanto a la interpretación, no deja dudas de que el libro perteneció a la colección particular del Dr. Alfonso Roque Albanese (lo cual se reafirma en virtud del cotejo con la nómina de los libros donados por el Maestro Albanese a la USAL). Las señas que inserta el propietario en el volumen son símbolos diferentes. Suele utilizar tanto el subrayado y la circunvalación de palabras como las rayas verticales o llaves en los márgenes (simples y dobles de distinta extensión para abarcar los fragmentos destacados). El dato más sugerente es que no todo el libro presenta “marginalias” sino sólo el primero y el último capítulo, mientras que el resto de la obra parece haber sido intocable, al punto de que algunas de sus páginas conservan los bordes superiores ligados, característica propia de una edición rústica de aquella época. Sin embargo, si se ahonda en el contenido de dichos capítulos, que merecieron las inscripciones del lector, el hecho cobra sentido. El primero, como ya se ha dicho más arriba, es el que Leriche dedica a la historia de la cirugía vascular, en tanto que, la última sección expone uno de los temas más específicos del libro: los métodos de la cirugía vascular. En ambas partes, se distinguen diferentes formas de resaltado del texto. La primera parte, se reitera, está dedicada al enfoque histórico (¿hay alguna duda del carácter humanista de la Historia?), está señalada en el interlineado, en su mayoría por círculos que enlazan nombres de personalidades de la medicina con fechas que, por lo general, datan sucesos significativos del pasa-do. La importancia que el lector otorga al tratamiento histórico del autor los reúne entorno al humanismo del segundo, al que se ha hecho alusión al comienzo de este escrito, y en el cual se compenetra el lector. Este se identifica, vivencia esa historia como un rasgo de su propio humanismo, hace una lectura vivencial más que puramente “científica”, el tecnicismo de lo científico deja paso a un sentimiento de pertenencia. Hay una excepción al estilo de marcado dominante en estas páginas preliminares que es por demás trascendente. Una hoja está diferenciada del resto con un doblez en la esquina superior izquierda (“oreja de perro”) que cae sobre la página 18, en ella aparece un fragmento resaltado mediante una doble línea vertical. En ese párrafo Leriche sostiene que la cirugía vascular era un capítulo muy breve de la cirugía general que no parecía digna de especialización y a la cual sólo se dedicaban unos pocos “hombres raros” que que-rían abrir nuevos caminos hasta que las guerras incesantes en el viejo mundo proporcionaron una oportunidad para una gran experiencia médico-quirúrgica.15 Es notable que dos de los pioneros de la cirugía moderna en la Argentina sirvieron, y fueron condecorados por Francia, en el frente franco-alemán durante la Primera Guerra Mundial: los doctores Enrique Finochietto y Pedro Chutro. En resumidas cuentas, el interés por la historia de su disciplina del Dr. Albanese (a quien se distingue aquí como el autor de las señalizaciones) queda patentado en la corporeidad de las páginas de la parte observada. No obstante, hay una in-formación más que procede de la bibliografía y viene a colación con lo expuesto: el Dr. Albanese cuenta una anécdota donde recuerda la importancia de los idiomas en los diferentes niveles de la escuela del Hospital Rawson y cómo su maestro, Ricardo Finochietto, lo ayudó, junto con otros discípulos, para que estudiara alemán, pues los cirujanos alemanes de la primera mitad del siglo XX eran precursores en su experticia. Este relato condice con el hecho de que la biblioteca personal del Maestro Alfonso Roque Albanese cuenta con un ejemplar de “Historia de la cirugía alemana” de Dafne von Boch; la historia...otra vez la historia como una brújula del humanismo albanesiano. La segunda división del libro, a la que se hacía referencia más arriba, está subrayada únicamente en los márgenes por la modalidad del traza do vertical. Estas señales son muy escasas, lo que pone en evidencia que el lector era un experto en la materia: la sutura y el método simpático de la cirugía arterial (“De la méthode sympathique dans la chirurgie artérielle”). Rayas verticales sencillas o pares indican pasajes con las consideraciones de Leriche sobre procedimientos quirúrgicos, tales como: arteriectomía, gangliectomía, simpatectomía periarterial (Leriche describe esta cirugía por primera vez en 1913), etc. Sin embargo, tal vez llame la atención del especialista aveza do en la temática expuesta, que la marca que se destaca por la ¬firmeza y grosor del doble trazo, corresponde a un fragmento cuyo signifi¬cado no aborda, estrictamente, aspectos técnico-operatorios; dice así: “Il me semble que cette ouvre dépasse en portée, pour nous chirurgiens, celle des expérimentateurs. Matas doit être mis au premier plan de ceux qui ont fondé l'ordre nouveau de la chirurgie vasculaire.” (Leriche, 1943, p.264). En verdad, esta cita alude a los cirujanos como experimentadores y pone de relieve una de las pasiones del lector, Dr. Albanese, la cirugía experimental (Saadia, 2009; Régoli de Mullen, 2011).En este sucinto comentario se ha intentado una humilde aproximación al extraordinario intercambio espiritual y profesional, al diálogo entrelíneas, del autor y el lector de esta obra, quien a través de sus huellas revaloriza un libro que pasa a ser único.
585 _aExhibido en: "60 años de la USAL. 60 tesoros en papel" desde mayo de 2016.
653 _aArterias
653 _aSistema cardiovascular - cirugía
856 4 2 _uhttp://60tesoros.usal.edu.ar/index.php/physiologie-pathologique-et-chirurgie-des-arteres/
_zVer el libro en la Exposición virtual.
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