TY - BOOK AU - Trogo,Pompeyo TI - Fragmenta de eodem et Ivstino veterum auctorum loca PY - 1665/// CY - Venetiis : PB - Typis Francisci Armanis, KW - Historia romana N1 - Incluido en Huellas en papel Año 1 No 2 (2013) Reg. 1; Incluido en Huellas en papel Año 4 No 8 (2016) Reg. 12 N2 - Cneo Pompeyo Trogo (Cneius Pompeius Trogus) fue un historiador latino de la época de Augusto y contemporáneo de su colegaz Tito Livio con quien tuvo diferencias en cuanto a su concepción y abordaje de la historia. Su obra cumbre se conoce como Historiae Philippicae et totius mundi origines et terrae situs (Historias Filípicas), en 44 libros, en la que pretendía realizar una historia universal desde la fundación legendaria de Nínive hasta el año 20 a.C. El título del tratado responde al interés primordial de Trogo Pompeyo por el Imperio Macedónico, mientras que a Roma le dedica sólo los últimos dos libros de su trabajo. Este imponente tratado se ha perdido; sin embargo, ha llegado a nuestros días un epítome, o más bien una antología, del mismo realizado por Marco Juniano Justino (Marcus Junianus Justinus), quien escribió un compendio de las partes que consideró más importantes de acuerdo con su criterio (Historiarum Philippicarum libri XLIV…) y le agregó comentarios propios. La datación primigenia de su obra se considera incierta aunque la mayoría de los autores consultados la ubican entre los siglos II o III de nuestra era. Según la undécima edición de la Encyclopædia Britannica, el libro de Justino fue muy utilizado como texto académico en la Edad Media y sobrevivió en más de 200 manuscritos de la época, posiblemente porque, según se supone, se lo confundía con San Justino. Una de las primeras versiones impresas del manuscrito que se conoce es la publicada en Venecia por Ioannem Tachuinum de Tridino en 1512. El ejemplar de la obra de Justinus con que cuenta el Archivo Histórico de la USAL, “Fragmenta de eodem et Ivstino veterum auctorum loca”, tiene características peculiares como la mayoría de su acervo documental. Está fechado en 1665 y salió de la imprenta que Franceso Armani poseía en Venecia (Typis Francisci Armanis), se estima que se trataba de una pequeña empresa editorial ya que no hay referencias del impresor en la obra "Storia dell'Editoria Italiana” (Bonetti & Balestreri, 1960). Pertenece al período barroco del siglo XVII pero, como se verá, si bien posee rasgos propios del arte tipográfico de dicho período, no tiene las características de un libro de colección o de bibliófilo sino de un “libro de uso común”. En efecto, el libro barroco de excelencia era de gran porte (in folio), mientras que la pieza bibliográfica del Archivo Histórico responde a un pequeño formato (dozavo). Estos pequeños formatos ya eran habituales en tiempos del manuscrito y fueron adoptados con arreglo a un nuevo contexto por la imprenta humanista, estos fueron llamados “libretti da mano” (Petrucci, 2011). Dado que los contenidos y la disposición del texto, como ya se ha expresado, responden a un compendio o resumen, es factible que su fabricación estuviese orientada a componer un libro de amplia difusión, portátil, de bajo costo, accesible física y pecuniariamente [2]. Hay indicios claros en su constitución que refuerzan esta hipótesis. Un aspecto fácil de corroborar es su tipografía irregular y variada a lo largo de sus páginas que pone en evidencia que no se utilizó el mismo tipo de caracteres en toda la obra. Por ejemplo, las iniciales son de diferente calidad, mientras unas están decoradas con motivos vegetales, otras simplemente se enmarcan con un recuadro geométrico. Además, en algunas páginas, se nota una impresión borrosa con caracteres gastados y entintado irregular. Asimismo, su encuadernación es sencilla y rudimentaria para la época. Aún cuando, estos atributos podrían menguar su interés bibliofílico, se cree, que acrecientan su rareza y valor histórico, pues estos libros, debido a su manipulación y uso constantes por personas no expertas, no han sobrevivido a los tiempos y se conservan escasos ejemplares. Un comentario aparte merece el tema de los propietarios de este texto. Aparecen nombres de poseedores del libro escritos de puño y letra por ellos mismos. El libro pasaría de mano en mano, luego de su uso, por lo que sería necesario incluir la constancia de su posesión. Esto también apuntala el supuesto de que estaba destinado a un público estudiantil, y al mismo tiempo, a gente de escasos recursos, pues de lo contrario se encontraría un ex libris impreso, aunque fuese un simple monograma. Uno de los dueños estampa su nombre, afirmando su propiedad y adiciona, con notable precisión, el día en que adquirió su volumen: “Adi 15 maggio 1709// Di Franco Consorsi” (A los quince días del mes de mayo de 1709//De Francesco Consorsi). Otro propietario deja escuetamente su nombre completo: Domenico Conforti. Ambas escrituras se encuentran en el dorso del frontispicio. Una tercera inscripción se ubica en el corte delantero de tipo mediacaña, consta del nombre del autor Justiniano, seguido de un guión, que lo separa de otro nombre propio poco legible por el deterioro de la tinta. Otro hecho que abona la hipótesis de que se trata de material de estudio es la cercanía de Venecia, localidad donde se produjo este ejemplar, de la antigua Universidad de Padua (la segunda de Italia, fundada en 1222). Esta Universidad estuvo bajo la protección veneciana durante los siglos XVII y XVIII y sus imprentas apuntaban a esta potencial clientela universitaria. Cabe destacar que en estos siglos, Venecia ostentaba el primer lugar en la producción editorial; según algunos autores, llegaba hasta el 50% de la producción total de Italia. No obstante, de ser un “libro de uso común”, el impresor no descuida el detalle de incluir el clásico frontispicio de las obras editoriales barrocas con motivos ornamentales alegóricos al contenido de la obra, como era costumbre en esta etapa de la historia de la edición europea occidental. Se observa una importante columna conmemorativa en el centro de la composición en cuyo extremo superior se destaca un hombre sentado, vestido con una túnica, que está rodeado de numerosos íconos simbólicos: estandartes, lanzas, yelmos, petos, coronas de laureles, una aljaba, un diminuto ángel, pequeñas águilas, entre otros. En la parte inferior de la columna una gran corona de laureles alberga similares enseres bélicos. A los lados de la parte central de este conjunto, se sitúan dos efigies antropomorfas subidas a un pedestal: la de la izquierda es un ángel mujer que escribe sobre un libro, la de la derecha es un hombre que sostiene lo que parece ser una trompeta circular. Tanto el libro como la trompeta suelen ser atributos con que se representa a Clío, musa de la historia. Sobre la superficie de la columna conmemorativa se distribuye una inscripción compuesta por el pie de imprenta en la parte inferior; mientras que, en la superior, se registra el nombre del autor “Iustinus”, pero seguido de una reveladora frase: “ex M. Zverii Boxhornii recensione”. En efecto, sobre el final del libro existen breves observaciones críticas del filólogo y catedrático holandés de la Universidad de Leiden Marcus Zuerius van Boxhorn (1612 – 1653), conocido en su época por su teoría sobre las lenguas indoeuropeas. Es posible que el propio Van Boxhorn haya sido el corrector de la edición. Lo antedicho, pone de manifiesto que el ejemplar que se reseña sería una reimpresión de una versión previa de la obra, ya que su publicación es posterior a la muerte del filólogo de Leiden. Además, el impresor incluye otros recursos tipográficos clásicos como los reclamos; los encabezamientos de página (primeras palabras del título en el reverso y nombre del autor en el verso); diferentes tamaños de caracteres tipográficos para títulos de capítulos, subtítulos, acápites, etc. En resumen, se está en presencia de una pieza bibliográfica invaluable para el estudio de las ediciones populares europeas del siglo XVII, especialmente, de la producción tipográfica veneciana de la época UR - http://60tesoros.usal.edu.ar/index.php/fragmenta-de-eodem-et-ivstino-veterum-auctorum-loca/ ER -